En 1992 la Asamblea General de
Naciones Unidas estableció el 22 de marzo de cada año como el Día Mundial del
Agua, una ocasión única para recordar que mientras nosotros menospreciamos un
bien tan fundamental para nuestra vida, muchas personas en el mundo no tienen
acceso a la cantidad de agua potable necesaria para su supervivencia.
En un mundo que está cubierto en sus dos terceras partes
por agua, puede parecer un contrasentido mencionar que el difícil acceso al
agua potable es la causa de enfermedades y pobreza para 1.500 millones de
personas.
Sin embargo ésta es la realidad. El agua apta para uso
humano es una parte muy pequeña del total y su escasez no se debe sólo a las
condiciones naturales de determinadas regiones, sino que tiene mucho que ver
con el aumento de la población, el despilfarro y la contaminación.
La situación es preocupante y muchos expertos consideran
la cuestión del agua como el desafío más importante que debe afrontarla
humanidad en el siglo XXI.
A los estudiantes de economía, para distinguir los
conceptos de valor y precio, se les suele plantear la siguiente cuestión: ¿Cuál
es el precio del agua? ¿Y su valor?:
· Un estudiante
despistado contestará que el precio del agua es muy bajo, por lo tanto vale
poco.
· Un alumno más
avispado responderá que su precio es pequeño, sí, pero su valor es gigantesco: sin
agua no hay vida.
Para conmemorar el Día Mundial del Agua, la Fundación
Mapfre Guanarteme ha organizado unas interesantes jornadas en las que, a través
de diferentes ceremonias, nos acercaremos a la importancia que tiene el agua en
las relaciones sociales de diferentes culturas.
Puedes descargarte el programa pinchando aquí.